Si crees que trabajar desde casa no te resultará sencillo puede que estés en lo cierto.
En ocasiones el miedo y la incertidumbre que nos genera el pensar «¿qué será de mi?» o «¿seré capaz de acostumbrarme? nos paraliza y nos lleva a dudar mucho.
Y eso es algo muy comprensible 🙂 .
En realidad pensé en hacer este post gracias a Ana, una lectora del blog que me pidió algunos tips en los comentarios de mi artículo «pros y contras de trabajar desde casa»
Siempre nos pueden surgir dudas, pero en mi opinión, merece la pena intentarlo porque trabajar desde casa tiene más ventajas que inconvenientes.
#1 – Olvídate de los tópicos
¡Fuera! ni te los plantees…
Cada persona es un mundo, por lo tanto, lo que experimentamos unos y otros cuando trabajamos desde casa es distinto.
Al igual que el trabajo que desarrolles, ¡nada que ver unos con otros claro!.
No es lo mismo la persona que se dedica a hacer encuestas online, que la que se dedica a crear contenido, o aquella que sigue trabajando para el mismo jefe que ya le hacía la vida imposible cuando trabajaba fuera de casa.
Mi opinión la doy desde el punto de vista de quien traslada la oficina al domicilio y además, cambia radicalmente de dirección con el negocio al descubrir el mundo del marketing y de los blogs 🙂 .
Con lo que todo te lo cuento bajo mi experiencia…
¿Tópicos más frecuentes? olvídate de los que prometen curros cómodos que además van a hacerte ganar un pastón 😛 . (Si te enteras de alguno de éstos que no requieran de tu esfuerzo me lo cuentas)
Cuanto antes asumas que va a ser algo muy diferente a lo que te dicen o escuchas por ahí, mejor.
Así de paso te quitas miedos de encima.
Yo por ejemplo al principio pensaba en las típicas fotos que ves por ahí de chicas tumbadas en la cama tecleando, o desde la cocina mientras haces la comida…
En mi caso, nada más lejos de la realidad.
Me gusta estar sentada frente al ordenador en mi rinconcito inspirador 😛 nada de sentarme en la cama con las piernas cruzadas y el portátil, o haciendo alguna otra cosa mientras contesto un email.
Me di cuenta rápido de que no soy de esa clase de personas… quizás tu si lo seas.
Pero vamos, si has visto, escuchado o leído tal o cual cosa no tiene por qué ser lo que tu experimentes ya lo verás.
Personalmente a mi me costó un tiempo acostumbrarme a esto, no tiene nada que ver con trabajar fuera de casa, en ningún sentido.
Por lo que yo he vivido y me comparten otras personas, es una experiencia muy distinta para cada uno de nosotr@s.
#2 – Decoración de tu espacio: menos es más.
Antes cuando teníamos que atender a nuestros clientes era vital mantener un ambiente «correcto» y tener de todo a mano.
En la oficina es vital que no falte de nada alrededor, ya sabes a lo que me refiero 😉 .
Pero trabajando desde casa, por lo menos en mi caso, menos es más.
Cuanto menos tengas cerca y más sencillo te lo montes mejor que mejor.
En realidad para mi fue algo gradual.
Empecé con la mesa llena de cosas, además que tenía la necesidad de tener una decoración lo más completa y colorida posible, sin olvidar fotografías y detalles cerca de todo tipo 🙄 no me preguntes por qué.
¡Y como no! tenía todo lo que te imagines en cuanto a material de oficina se refiere.
Ahora tengo lo justo.
Si lo pienso detenidamente es muy lógico, ya que he estado toda la vida acostumbrada a otra cosa, a necesitar imprimir, grapar, escribir, subrayar…
Al igual que tener un espacio dedicado y acondicionado para recibir visitas (con toda la parafernalia). Ahora para las reuniones sólo necesito wifi.
Es decir, que para mí día a día tan sólo utilizo ordenador, teclado, ratón, webcam y micro.
Nada más.
Seguro que te pasará como a mi, empezarás con mucho y acabarás teniendo sólo lo justo jejeje. De todas formas esto es como todo, tan sólo mi experiencia personal.
#3 – No te angusties si no eres una persona disciplinada
Yo no soy ni mucho menos una persona con auto-disciplina, ¡ni por asomo!
Pero eso no importa, por mucho que digan.
Esto es algo que yo escuchaba mucho cuando empecé en el mundo del marketing y de los blogs.
Y me preocupaba la verdad…
Una persona tan «desastre» como yo ¿cómo se iba a organizar o a mantener motivada a diario estando completamente sola?
Punto.
Si no te gusta lo que haces ya puedes ser la persona más exigente, puntual y disciplinad@ del mundo que acabarás hasta las narices del día a día…
#4 – ¿Animales de compañía? Si, gracias
Si vas a empezar a trabajar desde casa y eres de l@s que teme enfrentarse al cambio, o sea, a la soledad más absoluta, ésta es la oportunidad perfecta 😉 .
¿Me pillas por donde voy?
Es la mejor época para que te hagas con ese perro o gato que siempre deseaste ya que te servirá de gran apoyo.
Muchas personas llevan fatal adaptarse a estar diariamente, hora tras hora, en absoluto silencio y en soledad.
Está claro sí, puedes poner música. Pero no me refiero a eso.
También puedes hablar sól@ pero tampoco es a donde quiero llegar…
La cuestión, que tarde o temprano acabarás enfrentándote a cosas que seguro no tenías pensadas y es que realmente, emprender o trabajar desde casa, puede ser un gran viaje interior.
(Quizás no te lo imagines, pero por ejemplo si decides ganarte la vida a través de un blog, puede que te la cambie por completo 😉 )
Y un animal al lado puede que te venga muy muy bien para afrontar los cambios.
En mi caso, tengo siempre encima a mi gata Pelusa, quien me acompaña desde que me levanto hasta que me acuesto y ha visto cómo he ido evolucionando desde mis inicios…
Depende de qué días (sobre todo al principio) no ha sido nada fácil «aguantarme».
Nadie mejor que un animal para entender nuestros cambios de humor, nuestros giros y nuestras locuras hasta que nos centramos.
#5 No te pongas objetivos absurdos
Lo típico, «tengo que acabar esto como sea» «hoy, antes de acostarme tengo que haber terminado esto otro»
Ya sabes esa frase de que lo urgente no nos deja tiempo para lo importante 😉 . Aprende a priorizar.
Con eso, ya tendrías mucho camino andado.
Volvemos al principio, depende del trabajo que tengas que realizar así te organizarás el día.
Pero he comprobado que la angustia puede surgir igualmente en casa si mantenemos el mismo «ritmo de trabajo» que cuando no trabajábamos en casa.
Y eso es absurdo…
Por lo menos en mi caso y como suele decirse, me decidí a cambiar el chip. Y me lo gané en salud jejejeje
Los días de la semana y los horarios, pasan a un segundo plano cuando vives intensamente el día de hoy, sin más.
Insisto una vez más, si te gusta lo que haces no tendrás la necesidad de ponerte objetivos diarios que cumplir, fluirás y trabajarás gustosamente, sin más.
Me faltaría un punto más que aún no puedo escribir por falta de experiencia:
¿Qué pasa cuando tenemos hijos y trabajamos desde casa? Me quedan menos de cinco meses para saberlo y prometo hacer un post entonces para ver qué tal resulta la experiencia 😛 .
Aunque lo más posible es que me tome los primeros meses muuuuy sabáticos, después retomaré mi rutina de escribir y crear que es lo que más me gusta del mundo…
Espero haberte servido de ayuda con mi experiencia, como siempre estaré encantada de escucharte por aquí abajo en el área de comentarios,
¡hasta pronto!
También te puede interesar este artículo:
Gracias por este post, me ha venido muy bien ?
Hola Ana! mil gracias a ti por estar ahí, un beso fuerte 🙂 .