Conciertos, cenas, excursiones, viajes. Hoy en día, todo el mundo busca vivir experiencias; momentos de calidad que les aporten valor. Las personas quieren sentir que su tiempo está bien invertido en actividades que les resulten satisfactorias.

Estas necesidades no entienden de fronteras. Tanto es así, que no sólo han llegado hasta las pantallas, sino que ya las han conquistado y se han hecho con el poder.

En Internet, los usuarios también quieren rutas por la que avanzar de manera fácil e intuitiva, las cuales les guíen hasta contenidos útiles que respondan a sus demandas concretas. Es decir, quieren una buena experiencia de navegación a través de información interesante, original y actualizada.

Es importante de lo que hablamos, pero, sobre todo, cómo lo contamos. En agenciaSEO.eu, agencia de marketing digital con más de 15 años de experiencia, cualquier consultor SEO sabe que es clave saber cómo escribir artículos infalibles.

¿Por qué? Un buen texto para el usuario es un buen texto para Google.

Por tanto, escribir contenidos relevantes para los potenciales clientes es el ancla para que un negocio se clave en las primeras posiciones.

Redactar bien para posicionar mejor

La base de la pirámide es conocer al público objetivo. De esta manera, podremos ofrecerles contenido que se presente como la respuesta a sus necesidades. O lo que es lo mismo: a nosotros como la solución a su problema. Esto se traduce en que hemos de contestar a la perfección a las preguntas que le hacen al buscador.

Seo y lupa

Por ello, vamos a ver las mejores prácticas para construir los escalones que nos permitirán llegar hasta las primeras posiciones.

Conviértete en un Sherlock Holmes con un buen keyword research

Conocer cómo buscan los usuarios es esencial para descubrir necesidades, preocupaciones e inquietudes sobre el producto o servicio que ofrece la empresa.

Por ello, el primer paso es realizar un buen keyword research. Este será la brújula que nos guiará a la hora de crear los contenidos y posicionarlos.

Las keywords tienen que estar repartidas a lo largo del texto para que Google entienda bien cuál es el tema principal.

En este sentido, es importante que la palabra clave aparezca en las 100 primeras palabras, así como también repetirla una vez cada 100 o 200 palabras.

Para no resultar repetitivo, se puede optar por utilizar variaciones de la keyword principal e incluir palabras clave secundarias, las cuales refuercen el sentido semántico del artículo y respondan a la intención de búsqueda.

No obstante, el verdadero faro hacia el que hay que dirigirse es el sentido común. Por tanto, hay que primar la naturalidad a la hora de redactar.

URL, con sentido y sin palabras vacías

Es esencial que la URL esté optimizada al 100% para la keyword o temática que aborda el contenido con el objetivo de favorecer el posicionamiento en Google, así como también que sea lo más precisa posible.

Para ello, hay que eliminar palabras que no aportan valor ni tienen un significado de manera individual, como preposiciones, conjunciones o pronombres, e intentar que todas las palabras sean de utilidad y den una pista sobre el contenido.

Arquitectos de contenidos con una buena estructura

Imagina que lees una noticia y lo primero que encuentras es el cuerpo, luego el subtítulo y, por último, el titular. No tendría una estructura con sentido y, por tanto, el mensaje no le llegaría al lector de la manera adecuada.

Lo mismo pasa con los contenidos. Necesitan una estructura coherente para que ni el lector, ni Google, se pierdan.

La pirámide invertida es la más recomendable para organizar el contenido de manera clara.

El viaje del lector a través del texto empieza por la información más relevante, situada al principio. Luego, se adentra en el texto a través de detalles importantes y, a continuación, sigue recorriéndolo con ideas más genéricas para llegar a su destino: las conclusiones. Una travesía que mantiene su interés hasta el final.

También es importante que los títulos y subtítulos que amparan la información estén colocados adecuadamente y sigan una lógica. Una información que debe estar organizada en párrafos de tres a cinco líneas.

Un elemento que es sinónimo de organización es el índice, el cual se puede utilizar para organizar los contenidos y crear una guía al lector. Esto le permitirá averiguar de manera rápida todos los puntos que se tratan en el texto.

Además, se pueden integrar negritas, subrayado, cursivas o listas. Elementos que facilitarán la lectura y harán que el paseo por el texto sea mucho más agradable.

Titulares y descripciones que invitan a pasar

Los titulares y descripciones se tienen que convertir en el cartel de neón que lleve a los usuarios hasta tu negocio. Y que les haga querer entrar.

Es decir, se ha de destacar entre la elevada competencia de contenidos similares que viven en Internet.

¿Cuál es el elemento que pinta este cartel de neón con colores llamativos? La creatividad, la cual ha de estar muy presente en el título y las descripciones.

Además, siempre que sea coherente y que aporte valor, en el título, es recomendable incluir la keyword principal lo más al inicio posible. Un título que debería contar con una extensión de 50 a 70 caracteres.

Por otra parte, la descripción repercute de manera indirecta en el posicionamiento, ya que puede influir en la cantidad de clics obtenidos, sobre todo si incluye la keyword.

Por tanto, es importante que ambos elementos sean llamativos para que los usuarios no sólo se queden mirando el escaparate, sino que entren a ver lo que ofrece la tienda.

Bolígrafo rojo en mano: revisión de la ortografía

Los artículos que ocupan la primera página de Google suelen tener una media de unas 2.000 palabras aproximadamente. No obstante, el algoritmo prioriza la calidad, por lo que si no aporta novedad ni relevancia, quedará eclipsado por otros.

En tantas palabras hay mucho espacio para errores y cabe recordar que escribir bien es una fuente de credibilidad primordial. Para la RAE, y también para Google.

Por ello, es necesario corregir los errores gramaticales, sintácticos y ortográficos que puedan lastrar la confianza de los usuarios.

Para entender el contenido, es necesario poder leerlo bien, lo que pasa por escribir de manera clara, sencilla y correcta.

Sólo así será más susceptible de ser compartido y recomendado, lo que ayudará a escalar posiciones.

Enlaces: una apuesta segura

Los enlaces son otra pieza del motor que impulsa la optimización del post. Estos pueden ser a otros artículos del sitio web o a páginas o blogs relevantes y con gran cantidad de tráfico.

No obstante, han de aportar valor al usuario. De esta manera, no sólo agradecerá que se amplíe información en la que no se focaliza el artículo, sino que también podrás enviar tráfico a otras partes de tu web.

¿Cómo? Utilizando enlaces que estén relacionados con el tema del que se habla o que complementen lo que busca el usuario.

Una imagen no vale más que 1.000 palabras si no está optimizada

En un mundo visual, el contenido multimedia tiene mucho peso. Y ese es precisamente el problema. No es suficiente con añadir imágenes o vídeos indistintamente, ya que esto podría perjudicar a la estrategia de SEO.

Para no integrar elementos visuales a cualquier precio y que nos salga caro, hay que tener en cuenta estos elementos:

  • Tamaño de la imagen: adaptada al que requiera la página y con buena resolución.
  • Nombre del archivo: términos que describan la imagen, intentando incluir la palabra clave. Las palabras deben ir sin acentos y separadas por guiones.
  • Atributos Alt (texto alternativo): frase descriptiva que incluye la palabra clave. Pero, ¡ojo! En un texto con varias imágenes, no es recomendable poner la keyword a todos los atributos.
  • Pie de foto: ayuda al posicionamiento en Google Imágenes.

Optimizando el contenido multimedia, las fotos y vídeos se pueden convertir en el imán que atraiga muchas visitas.

Atacar a las emociones con el arma de las palabras

La verdadera magia de cómo escribir artículos SEO reside en este truco: responder a las demandas de los usuarios con contenidos creativos y originales que les aporten valor, resuelvan sus dudas y satisfagan sus necesidades.

Pero el conejo no saldrá de la chistera si no te entiende. De la misma manera en que, si los potenciales clientes no comprenden el mensaje que les quieres hacer llegar, no te comprarán.

Necesitan que emplees su lenguaje y que les hables en su idioma, con un registro y estilo en los que se sientan cómodos.

Aunque la inteligencia artificial esté presente cada vez en más ámbitos, se debe recordar que no se escribe para máquinas, sino para personas, y lo más importante es redactar con el objetivo de conectar con ellas, lo que pasa por utilizar técnicas y recursos literarios que permitan entrar en sus emociones, el sitio donde nace su decisión de compra.

Por tanto, la manera de hablarles será el puente que te permita acercarte hasta ellos.

Contenidos SEO: despacito y con buena letra

Como hemos visto, los titulares y descripciones tienen que ser seductores e invitar a pasar a los usuarios, pero es el contenido el que tiene que hacer que se sientan cómodos dentro y no se quieran ir.

Todos los instrumentos de la orquesta suenan con una misma finalidad: regalar una experiencia satisfactoria al cliente potencial, objetivo que persigue Google y al cual podemos contribuir a través de la creación de contenidos actualizados, originales e interesantes. Aquellos que ponen a nuestra marca como solución al problema de los usuarios.

Al fin y al cabo, también estás ayudando a tu negocio a llegar hasta las primeras posiciones.

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